PATRIMONIO
Iglesia de San Mamés
La iglesia de San Mamés es un templo que fue construido en la época románica, a caballo entre los siglos XI y XII, y de cuya traza original conserva el ábside. El edificio fue intensamente reformado en el siglo XVIII, cuando se construyen las tres naves (en un principio había sólo una). La sacristía se cubre con una bóveda de crucería de estilo gótico postmedieval. El interior del templo alberga un buen conjunto de imágenes y retablos barrocos y neoclásicos, entre los que destaca el retablo mayor, dorado y policromado, que preside el santo titular, San Mamés, y al que rodean varias tablas con pinturas de Diego de Aguilar. Hay dos teorías que tratan de explicar por qué se venera a San Mamés en este pueblo. La primera dice que es recuerdo del día en que vino a Navares de las Cuevas el rey Alfonso VI, el 17 de agosto de 1076 (el día que se celebra a San Mamés). La segunda hipótesis dice que este santo es al que tradicionalmente se ha rendido culto en el norte de España, de donde vinieron los repobladores de estas tierras.
El patrimonio sacro de la iglesia de San Mamés se completa con una cruz procesional de plata realizada en el segundo tercio del siglo XVI.
Por su valor etnográfico también destaca la cruz de piedra, que fue construida en el año 1576 por orden del párroco de la villa.
El palacio de los Marqueses de Revilla se edificó en el siglo XVI. Eso es por lo menos lo que se cree en función de su estilo arquitectónico, claramente renacentista, aunque no se han encontrado documentos que aludan a su construcción. Su primera referencia aparece en el Catastro del Marqués de la Ensenada, en 1751. En cualquier caso, se trata de un palacio de planta casi cuadrada y un sólido muro de piedra que se disponía en torno a su fachada principal, del que sólo se conserva una parte. La portada se corona con un frontón sin decoración, y sobre él se disponen dos escudos heráldicos del linaje Barros y Peralta. Es monumento histórico-artístico desde el año 1977.
Junto al Palacio se levanta el rollo de ajusticiar, un monolito de tres metros de altura y que fue erigido en los primeros tiempos de la repoblación de Navares de las Cuevas, allá por el siglo XII, por lo que lleva ya cerca de nueve siglos en pie. Aquí era donde las Villas administraban justicia, es decir, donde se ejecutaban las penas impuestas por las autoridades competentes. Estuvo en vigor hasta el siglo XIX, cuando primero las Cortes de Cádiz y después la Reina María Cristina determinan la abolición de estos rollos.
El Rollo Jurisdiccional
Se alza en la plaza frente a la iglesia. A su alrededor se impartía justicia en procesos públicos y se ejecutaban las penas. Es una sencilla columna poligonal que se levanta sobre una basa con perfil de gola en el centro de una tosca grada de piedra. Por su aspecto ha de ser uno de los más antiguos de toda Castilla. Según comenta Alfredo Martín en su libro sobre la historia del pueblo, la primera mención escrita del rollo aparece en la escritura de venta de la villa a don Cristóbal de Barros y Peralta, y ya se encontraba en su emplazamiento actual.
Este tipo de rollo jurisdiccional comenzó a construirse a finales del siglo XIV o principios de XV y son el símbolo de jurisdicción de un lugar, en este caso, Navares de las Cuevas, o del señorío que se ejercía sobre él.
La justicia se administraba frente al rollo cuya verticalidad significaba seguridad, firmeza y poder. A partir del siglo XV, los rollos comienzan a usarse también como picotas, como la de Grajera, de tal forma, que este término acabó por imponerse en la tradición popular.
Las primeras noticias escritas del uso de las picotas se dieron durante el reinado de Alfonso X el Sabio, a finales del s. XIII. El reo era sujetado por brazos y cuello y el pregonero anunciaba su exposición en días de mercado, cuando más concurrido se hallaba el lugar.
Ermita de Ntra. Sra. del Barrio
Un poco alejada del pueblo se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Barrio, cuyo origen podría ser incluso prerrománico. Esta ermita aparece citada por primera vez en un documento del año 1123. Se trata de un edificio de una sola nave cubierta con un artesonado de madera. Tras un pequeño pórtico se abre una monumental portada de seis arquivoltas aboceladas sobre columnas con capiteles decorados con motivos vegetales. El edificio, declarado bien de interés cultural en el año 1982, ha sido restaurado. Alberga la imagen románica de la Virgen del Barrio, patrona del pueblo, que aparece sentada con el Niño en el regazo y una flor en la mano derecha.
Ruinas de la ermita de Nuestra Señora de Hortezuela. Edificio de origen románico que se puede situar entre los siglos XII al XIII. En la actualidad sólo quedan ruinas.
Ruinas del Palacio de doña Urraca
Casa Blasonada de Doña Urraca
El lavadero. Reconstruido recientemente, data del siglo XVII, lugar donde se suponía ubicada la casa que en 1086 fue donada por el Rey Alfonso VI al Monasterio de San Millán de la Cogolla.
Se han encontrado restos fósiles con una antigüedad superior a los 150 millones de años. También han quedado vestigios de la presencia de pueblos celtas, así como de los romanos. Aún se conservan restos de sus calzadas, especialmente de las cruzaban el término de Navares de las Cuevas para unir Sepúlveda con Roa, en lo que se llamaba el Camino Real. La cultura romana también ha dejado aquí su huella en forma de restos cerámicos.
MEDIO AMBIENTE
En este municipio aparece Z.E.C. Sierra de Pradales.
Navares de las Cuevas es un pequeño pueblo que se levanta a los pies del nacimiento del arroyo Navares en la Serrezuela. Del entorno de Navares de las Cuevas hay que destacar los ejemplares de roble, álamos, sauces, etc, que rodean el pueblo, ubicados entre los riscos de roca caliza. También hay hermosas choperas en la zona de ribera del río. Es un buen terreno para los amantes de la micología, ya que en estas tierras se recogen excelentes níscalos y setas de cardo, por lo que parte de sus montes arbolados de pino y roble pertenecen al proyecto micocyl para la recogida regulada de setas mediante permisos de recolección. También abundan plantas para infusiones como la manzanilla o el té de roca. Destaca una importante colonia migradora de abejarucos, que anidan en oquedades del terreno de Navares de las Cuevas.
Otros datos de interés: en este municipio hay un albergue juvenil y gran cantidad de actividades de turismo en la naturaleza, como por ejemplo senderismo y cicloturismo.
Los páramos calizos del municipio de Navares de las Cuevas producen pastos de gran calidad, los cuales históricamente han sido aprovechados por ganado ovino de la raza churra, destinado a la producción de carne de calidad de corderos lechales.
La Senda de los Navares. Navares de las Cuevas, Navares de Ayuso y Navares de Enmedio son tres localidades hermanas conocidas como “Los Navares”. Sus términos municipales se encuentran a los pies de la elevación denominada La Serrezuela, muy próximos entre sí, a una distancia de 5 km entre el primero y el segundo y de 1 km. Entre el segundo y el tercero. Están alineados a lo largo del arroyo del mismo nombre, arroyo de Los Navares, que ha constituido un eje vertebrador de servicios, economía y relaciones entre las tres localidades. Junto al curso del río existe un camino que era el nexo de las tres localidades mencionadas y que se conoce como “el camino o la senda de los Navares” con una longitud de unos 7 km, el cual ha sido restaurado recientemente como ruta de senderismo, estando bien señalizado.
ETNOGRAFÍA
Fiestas:
Las fiestas mayores de Navares de las Cuevas tienen lugar en pleno verano, entre el 17 y 18 de agosto. Se celebran en honor del patrón del pueblo, San Mamés, y en los últimos años han contado con la colaboración de la Asociación de Hijos y Amigos de Navares de las Cuevas, una agrupación que se colabora en la organización de estas fiestas. A la misa y a la procesión se suman las jotas, los pasacalles, un concurso de disfraces, verbenas y comidas.
Además en Navares de las Cuevas también se celebra a Nuestra Señora de Hortezuela, el último sábado de mayo. De su templo original sólo quedan las ruinas, por lo que la imagen está durante todo el año en el interior de la iglesia de San Mamés. Eso sí, un día al año sale de procesión, o mejor dicho de procesiones: por la mañana va camino de la ermita de la Virgen del Barrio, animada por jotas y dulzainas. Por la tarde parte de nuevo hacia su morada habitual. La jornada acaba en una cena de hermandad.