Es muy frecuente durante los paseos por el campo y los montes de la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda poder contemplar la presencia de árboles centenarios presentes en este territorio.

Destaca el elevado número de estos ejemplares en los ochavos de Prádena y de la Sierra y Castillejo, donde abundan mucho la presencia de sabinas y encinas.

La sabina (Juniperus thurifera) es una especie de conífera de crecimiento muy lento adaptada a suelos de roca caliza donde otras muchas especies de árboles no pueden desarrollarse. Destacan por su majestuosidad sabinas centenarias presentes en Sigueruelo (sabina “La Enebra”, incluida en el Catálogo de Especímenes vegetales de singular relevancia de Castilla y León de edad aproximada de 400 años), Castroserna de Abajo (4 de ellas declaradas árboles singulares por su Ayuntamiento), Casla (con las más importantes masas arboladas de sabinas centenarias de la comarca), Castroserna de Arriba, Los Cortos, Santa Marta del Cerro, Valleruela de Sepúlveda y Ventosilla y Tejadilla, entre otras localidades.

La encina (Quercus ilex) es un especie de frondosa de crecimiento lento adaptada a multitud de suelos que resiste muy bien el clima frío de esta comarca. Destacan las sabinas centenarias presentes en Cerezo de Abajo.

Dentro del Parque Natural de las Hoces del río Duratón está presente en la localidad de Burgomillodo el monte “El Enebral”, propiedad de la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, en el cual pueden contemplarse enebros (Juniperus oxycedrus) de porte arbolado, siendo una de las masas de enebro más importantes de la provincia de Segovia.

Dentro del ochavo de Bercimuel, es destacable el bosque de robles centenarios conocido como “La Mata”, en la localidad de Pajarejos.

En el ochavo de Cantalejo, por la presencia de pinares de pino resinero, es muy frecuente la presencia de pinos centenarios utilizados como atalayas o productores de semilla para nuevas generaciones de pinos.