En Los Cortos descubriremos rincones de incomparable belleza que podemos conocer disfrutando de un tranquilo paseo a pie o en bicicleta.

Cabe destacar el precioso valle creado durante cientos de años por las aguas del río Caslilla. Se han formado caprichosas formas en las paredes calizas que protegen todo el valle. En ellas es habitual la práctica del rapell y la escalada, de hecho en muchos puntos podemos encontrar clavijas dónde podremos asegurarnos para la práctica de estos deportes minimizando así los riesgos. No obstante es importante tener en cuenta que debemos tener experiencia en estas técnicas y si no es así, debemos ir acompañados de personas conocedoras de la materia.

También destacaríamos la Cueva del Ranchón, en ella existen pasos de cierta dificultad con estrechamientos comprometidos y diversas salas de grandes dimensiones. No se debe entrar sino se cuenta con el material apropiado y unos conocimientos mínimos en la materia. No obstante siempre se debe avisar de cuando se tiene previsto salir a terceros. Importante recordar que como todo espacio natural se debe respetar y cuidar, pues en los últimos años ha sufrido cierto deterioro por parte sobre todo de gente que ni entiende ni comprende la naturaleza que nos rodea.

Junto a  Los Cortos también podemos encontrar un sabinar único con sabinas y enebros que superan los 100 años.