Las casas de Mansilla se levantan muy próximas al arroyo de la Garganta. Al otro lado de la carretera está la Ermita de San Marcos, un templo de origen románico que quedó en ruinas, y cuya portada se trasladó a la parroquia de Cerezo de Abajo.

El edificio se reconstruyó a mediados del siglo pasado con el material sobrante del templo primitivo. De hecho, junto al muro este, todavía se puede contemplar el trazado del primigenio ábside, que era semicircular. Actualmente el edificio tiene una única planta rectangular, cubierta con un tejado de madera a dos aguas. En la puerta de acceso se levanta una espadaña de medio punto, y sobre ella unos canecillos antropomorfos.

Fiestas

Las fiestas de Mansilla son dos: las de San Marcos, el 25 de abril, y San Bartolomé, el 24 de agosto. Estas fechas pueden celebrarse en buena medida gracias al trabajo de la Asociación de Amigos de Mansilla. Además de los actos religiosos (misa y procesión), y la tradicional subasta de los palos de las andas, se organiza una tradicional parrillada para vecinos y visitantes.