PATRIMONIO
Rosuero es uno de los barrios más antiguos de Santo Tomé del Puerto, y continúa siendo uno de los barrios más pequeños de Santo Tomé del Puerto, con una población que ronda los 40 habitantes, aunque su cercanía con Villarejo, capital del municipio, le proporciona los servicios básicos que necesita (comercios, alimentación, restaurantes).
El caserío de Rosuero se ha reformado y modernizado. También recientemente se ha restaurado su ermita, de antigua advocación a San Juan Bautista. Se trata de un edificio de carácter popular, de planta rectangular y cubierto con el tipo de armadura de madera tradicional de la sierra, a cuatro aguas. Cuenta con una espadaña con una pequeña campaña. En su interior alberga un pequeño retablo barroco con la imagen de San Juan.
MEDIO AMBIENTE
Rosuero está situado en los pies de Somosierra, por lo que es un buen punto de partida para las excursiones por esta parte del Sistema Central, con dos puntos destacados: el pico de Cebollera (2.129 metros) y el del Pico del Lobo, el punto más alto de la Sierra de Ayllón, con 2.273 metros.
Junto a la vieja torre del antiguo convento (que fue rehabilitada por los propios vecinos de Santo Tomé) se ubica un aeródromo que se construyó durante la Guerra Civil (1936-1939) como lugar estratégico para la defensa de Madrid. Ahora es un centro deportivo, donde se practica el vuelo sin motor.
ETNOGRAFÍA
Fiestas
Cada uno de los barrios que conforman el municipio de Santo Tomé del Puerto tiene sus propias fiestas, pero las patronales congregan a los vecinos de los tres núcleos.
Santo Ángel de la Guarda. Se celebra el sábado más próximo al 1 de marzo.
San Juan Bautista. Se celebran el fin de semana más próximo al 24 de junio.
Fiestas patronales dedicadas a la Virgen de la Natividad, que tienen su sede en el núcleo más grande y capital del municipio, Villarejo, entre el 8 y el 10 de septiembre. Son tres días en los que a los actos religiosos (misa diaria y procesión) se suman las orquestas, los juegos infantiles, concursos deportivos y pasacalles.
Una de las tradiciones más arraigadas en estas fiestas es la subasta de los palos de las andas y de la subida al trono de la patrona. El dinero recaudado en estas subastas se destina a acometer los arreglos y necesidades de la iglesia.
Santa Catalina. Se celebra el sábado más próximo al 25 de noviembre.