PATRIMONIO

Iglesia románica de El Salvador, del siglo XI. Si hay un estilo arquitectónico que pueda definir a Sepúlveda, éste es el románico. Durante la época del esplendor de la Villa, entre los siglos XI y XIII, se levantaron muchos de los edificios, especialmente templos religiosos, que aún se conservan en pie y que le dan su carácter sobrio y monumental.

Iglesia de la Virgen de la Peña. No menos espectacular es el Santuario de la Virgen de la Peña, que alberga a la Patrona de la Comunidad de Villa y Tierra y que data del siglo XII. Fue declarado Bien de Interés Cultural en junio de 1931.  Se levanta en uno de los extremos de la Villa, sobre una de las hoces más pronunciadas del río Duratón. En ella sobresale la calidad de su portada, la mejor obra escultórica del románico de la Villa y única en toda la provincia de Segovia. Su tímpano está decorado con el Pantócrator y el Tetramorfos, además de unos ángeles sosteniendo un Crismón.

Iglesia románica de Santiago. Muy singular por su estilo es la iglesia de Santiago. Tiene una portada renacentista, pero su ábside es de inspiración mozárabe, de ladrillo con doble arquería y figuras geométricas. Otro de sus encantos es su cripta, posiblemente resto de una primitiva iglesia, en donde hay una serie de tumbas antropomorfas excavadas en la roca que podrían datar de la segunda mitad del  siglo X según los datos de la excavación.

Actualmente esta iglesia es usada como sede de La Casa del Parque, dónde podremos encontrar toda la información necesaria referente al Parque Natural de las Hoces del río Duratón, información sobre rutas que transcurren por el parque, permisos, periodos de visita, así como una información completa sobre la flora, fauna e historia del mismo.

Iglesia de San Bartolomé. La iglesia de San Bartolomé, de transición entre los siglos XI y XII, se sitúa junto a la Plaza de España, con su característica cubierta de madera y su torre adosada. Aunque de estilo románico ha sufrido bastantes modificaciones posteriores. Es la parroquia de Sepúlveda y la única iglesia que se conserva en la villa con planta de cruz latina. Destaca el acceso por una escalinata de piedra, coronada por un crucero renacentista

Iglesia de los Santos Justo y Pastor. Originalmente románica pero que se fue modificando con sus sucesivas reformas, sobre todo en el siglo XVI. Pero conserva los característicos arcos de medio punto que separan sus tres naves, y la parte más antigua del templo, en sus tres capillas semicirculares. Bajo el ábside tiene una cripta, con una puerta lobulada y también con tres naves con sus ábsides, algo inédito en el románico nacional. Los motivos de los capiteles van desde una representación de la Adoración de los Reyes Magos hasta motivos vegetales y fantásticos. Actualmente esta iglesia alberga el Museo de los Fueros, inaugurado el 30 de marzo de 2007, nace con la doble vocación de mostrar el patrimonio histórico artístico, arqueológico y documental más significativo de Sepúlveda, procedente de varias iglesias e instituciones de la villa, y de otra parte, valorar y difundir la historia de Sepúlveda y su Comunidad de Villa y Tierra, tomando como hilo conductor su célebre Fuero, elemento clave y fundamental de su pasado histórico. El 13 de febrero de 2006 en Sepúlveda se firma el Protocolo de Colaboración entre la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, el Excmo. Ayuntamiento de Sepúlveda y el Obispado de Segovia, para la realización del Museo de Los Fueros. Tras la orden publicada el día 11 de julio por la Consejería de Cultura el Museo de los Fueros se encuentra integrado en  el Sistema de Museos de Castilla y León. Los objetivos que guían al museo son constituir una institución de carácter permanente, que genere un nuevo foco de interés cultural en Sepúlveda, el estudio de la colección, trabajando para ello en su identificación, registro, inventariado y catalogación, para poder controlar y coordinar todo lo que concierne a los fondos museográficos,  elaboración y ejecución de programas de investigación, destinados al estudio tanto de las distintas piezas que constituyen la colección del museo, como del edificio, la Iglesia de los Santos Justo y Pastor, potenciando la redacción de publicaciones científicas del museo y la colaboración en programas de investigación de instituciones ajenas al museo.

Entre los intereses del museo destaca la realización de actividades de diversa índole, promocionando la visita de un público escolar, para lo que el departamento de educación, a través de la dirección del museo está llevando a cabo una programación de actividades con un marcado carácter didáctico y pedagógico. Por otra parte, atraer también al público más maduro, especialmente de la zona, con el fin de dinamizar  y hacer partícipe de la cultura a un sector de la sociedad que en las zonas rurales es numeroso.

Puertas Medievales. Además de sus iglesias, destacan en Sepúlveda los restos de las siete puertas medievales que, con sus siete llaves (que se conservan en el Museo de los Fueros), daban acceso y salida a la Villa. Son las Puertas del Río (la principal de Sepúlveda), del Postiguillo, de la Fuerza, de Duruelo, de la Guerrilla, el Vado y del Azogue (también conocida como Arco del Ecce Homo). Anteriores son sus murallas, puentes y calzadas romanas, de las que todavía se conservan algunos restos. En la zona de El Postiguillo quedan las ruinas de otras murallas, las árabes.

Museo Lope Tablada de Diego. Se localiza en el edificio del Antiguo Registro de la Villa de Sepúlveda y cuenta con una exposición permanente compuesta por cerca de 30 obras, entre las que destacan diferentes panorámicas de la villa y otros rincones sepulvedanos.

Museo de figuras antiguas. Recoge más de 14.000 figuras de juguetes anteriores al año 1.960.

Casas nobles blasonadas emblemáticas. Entre las empinadas calles de Sepúlveda también se descubren la Casa-Palacio de las Conchas y la Casa de los Proaño, o «Casa del Moro», posiblemente la casa blasonada más antigua de la Villa, que fue restaurada hace varios años, título que disputa a la de los Gil de Gibaja. Su fachada plateresca está presidida por la cabeza de un sarraceno y un alfanje. La del moro, dice la leyenda, es la cabeza que cortó el conde castellano Fernán González al alcaide musulmán Abubad.

Plaza de España. La Plaza de España, rectangular y parcialmente porticada, un lugar donde se celebraban mercados, ferias y hasta corridas de toros. En uno de los lados de la plaza se alzan los torreones del desaparecido castillo-palacio, a los que en el siglo XVII se le adosó una fachada barroca con un balcón desde donde las autoridades presidían los actos públicos. Sobre uno de los torreones se colocó una espadaña con las campanas que marcan las horas y el toque de queda.

Plaza del Trigo. En la Plaza del Trigo destaca el edificio de la Cárcel de la Villa, del siglo XVI, actualmente restaurado como Centro de Interpretación y Oficina de Turismo (para más información http://www.turismosepulveda.es/). También está presente el Ayuntamiento, donde se conserva un retrato ecuestre, de escuela francesa, del rey Felipe V.

Rutas por el casco

Recorriendo con paciencia sus callejuelas, arcos, plazas e iglesias es fácil sumergirse los siglos del románico.

  1. De la Plaza del Trigo a la Iglesia de Iglesia de San Bartolomé. El recorrido empieza en las dos plazas más representativas de la Villa: la plaza del Trigo, donde se encuentra la Oficina de Turismo, y la de España, donde se levantan los torreones de la antigua fortaleza, a la que más tarde se añadió una fachada barroca. Su origen está en un espacio abierto fuera de los límites de la muralla, donde se celebraban las ferias, mercados y fiestas populares.  Si salimos de esta plaza dejando a nuestra derecha la fuente (que conmemora la traída del agua a la Villa, en 1904), nos encontramos frente a una escalinata que da acceso a uno de los templos más bellos de Sepúlveda, la iglesia de San Bartolomé. Está levantada sobre lo que pudo ser una defensa del recinto amurallado. Sus sucesivas reformas no dejan a la vista demasiados elementos de su origen románico, pero aún puede apreciarse la galería de arcos de medio punto de su fachada norte. Su nave está cubierta con madera sobre arcos de piedra, y es también interesante su torre de sillería.
  2. De las Trampas a la iglesia de Santiago.Al lado sur de la Plaza de España se sitúa el barrio de San Gil, también conocido como Las Trampas. Desde San Bartolomé se puede tomar la calle Sancho García, que sube hasta la pintoresca calle de Lope Tablada de Diego. Desde ahí, un estrecho túnel nos conduce a las Trampas, una zona caracterizada por sus casas en pendiente y cimentadas directamente sobre la roca caliza.  De allí parten unas escaleras que acaban en la calle Bajada de los Bueyes, en la parte de atrás del Ayuntamiento. Esta vía nos lleva al barrio de San Esteban, donde la tradición sitúa la antigua morería. La que allí permanece inalterable es la plaza de las Pucherillas, de irresistible encanto, como también lo es la puerta románica del Río, que era la principal de la Villa y que alberga en una hornacina una talla gótica de la Virgen de las Pucherillas.  Dejando a un lado las ruinas de antiguas casas nobles, y tomando la calle de los Fueros, se levanta la majestuosa iglesia de Santiago, un templo románico que ahora es sede del Casa del Parque Natural de las Hoces del Duratón.
  3. De la Judería a San Justo. A la derecha de la iglesia de Santiago parte el camino hacia la Judería, a la que se entra a través de unos arcos apuntados de piedra rematados con bolas. Entre sus callejuelas estrechas y balcones con geranios es fácil imaginar cómo era la vida antes de 1468, cuando los judíos, tras un desagradable incidente con la comunidad cristiana, fueron expulsados de la Villa.  La calle del Conde nos conduce hasta la casa del conde de Sepúlveda, de la que todavía queda su balcón y un frontón con el escudo de armas. Al final de la calle comienzan unas escaleras que suben a la iglesia del Salvador, situada en uno de los lugares más altos de la Villa y desde donde se divisan parte de las hoces del Duratón y del cañón del río Caslilla. El templo, de una sola planta y con un ábside semicircular, cuenta también con una torre exenta que en su tiempo, el siglo XII, debió de ser una fortaleza que reforzaba la defensa de Sepúlveda. Si bajamos de la iglesia del Salvador por la calle del Corpus, y frente a la casa de la cofradía del Señor, llegamos a la sinuosa calle de Fernán González. Esta bajada nos conduce, por las travesías de los Caballeros Pardos, a la parroquia de San Justo, un templo de origen románico único en la villa. Su singularidad reside en la variedad de estilos que las reformas le han ido dando: desde el mudéjar del artesonado de su nave central, al gótico de las bóvedas de su capilla. Su última obra, ya a principios del siglo XIX, fue la de la fachada lateral.
  4. Del Postiguillo a la Plaza de España.Desde San Justo, a través de la calle del Vado, llegamos al barrio de San Millán, donde todavía se aprecian los restos de la muralla árabe de la zona del Postiguillo. Por esa misma calle llegamos a la casa de los Gil Gabaja, una de las más antiguas de la Villa, con fachada románica y un precioso patio porticado. Justo enfrente de este edificio sale una calle en cuesta, que lleva hasta la Bajada de Santa María y el Santuario de Nuestra Señora de la Peña. Este templo cuenta, como el del Salvador, con una nave única de cabecera semicircular oculta al exterior, un pórtico adosado y una torre. Su portada más bonita es la del muro sur, con tres arquivoltas decoradas y un tímpano en el que se esculpe un Pantócrator. De su interior destacan el retablo barroco y, entre columnas salomónicas, la imagen románica de la Virgen de la Peña, patrona de Sepúlveda y de su Comunidad de Villa y Tierra. Para continuar la ruta hay que salir por el Campo de la Virgen, y desde ahí subir por la calle de Comandante Cristóbal. Allí se ubican algunas de las casas nobles más importantes de la Villa: la de las Conchas y, más adelante, la de los Proaño, o “casa del Moro”.  Su nombre lo toma de la cabeza de un sarraceno que preside su fachada –la que, según la leyenda, cortó el conde Fernán González al moro Abubad-, y perteneció a la familia Proaño, considerados descendientes del conquistador castellano. Para llegar a la Plaza de España hay que atravesar la Puerta románica del Ecce Homo, antes del Azogue y seguir por la calle de la Barbacana, desde donde se distingue el lienzo de la muralla almenada, cuyo origen se remonta a época omeya, en el siglo X. La calle desemboca en la Plaza de España, final y principio de este paseo por Sepúlveda.

MEDIO AMBIENTE

Parque Natural de las Hoces del río Duratón. El municipio de Sepúlveda se encuentra en uno de los rincones con mayor riqueza natural y paisajística de la provincia de Segovia, en pleno Parque Natural de las Hoces del Río Duratón. Sus cañones de más de 100 metros de profundidad, labrados en la piedra caliza por años de erosión, son el hogar de infinidad de especies animales, entre las que destaca una importante colonia de buitre leonado. Es muy frecuente desde cualquier lugar de Sepúlveda ver la silueta de los buitres leonados volando en el cielo. Destaca su gran diversidad de hábitats y ecosistemas, que van desde los páramos a los valles enclavados de los ríos, con bosques de ribera, encinas, quejigos, sabinas, enebros, choperas e incluso pinares. La especial protección con la que cuenta el Parque Natural de las Hoces del río Duratón desde 1989, ha permitido el desarrollo sostenible de los municipios de su entorno, entre ellos el de Sepúlveda, conjugando la mejora de la calidad de vida de sus vecinos con la preservación del medio rural y asegurando los recursos naturales a las generaciones futuras. En el casco urbano de Sepúlveda se localiza la Casa del Parque, en la cual se pueden ver distintos audiovisuales, paneles informativos y folletos de información turística ligados al parque.

Cabe señalar que todo el curso del río Duratón dentro de este municipio hasta llegar al núcleo urbano de Sepúlveda tiene la figura de protección medioambiental Z.E.C. Riberas del río Duratón. Una zona del río Duratón muy frecuentada por los vecinos de Sepúlveda es la Fuente de la Salud, manantial natural cuyas aguas están declaradas desde el año 1989 mineronatural medicinales (ricas en bicarbonato magnésico) y del que mana agua todo el año. Aguas debajo de esta fuente se encuentran los antiguos lavaderos restaurados, mesas, sillas y fuente para beber agua.

El casco urbano de Sepúlveda se sitúa en un estrecho y alargado páramo encajonado entre los valles de los ríos Duratón (al norte) y Caslilla (al sur), como consecuencia de un pliegue geológico del terreno. En los valles de los dos ríos existen numerosos huertos tradicionales donde se cultivan numerosas verduras, hortalizas y legumbres, siendo muchas de ellas variedades locales propias de esta zona. Junto a estos huertos también coexisten numerosas plantaciones de choperas.

Los páramos calizos del municipio de Sepúlveda producen pastos de gran calidad, los cuales históricamente han sido aprovechados por ganado ovino de la raza churra, destinado a la producción de carne de calidad de corderos lechales.

Actividades:

Una de las más recomendables es recorrer en piragua el tramo inferior del río, para lo que hay que pedir un permiso especial en la Casa del Parque o contratar la actividad de alguna de las empresas autorizadas.

Las rutas en piragua duran unas tres horas, y para disfrutar de ellas no hace falta tener experiencia previa, ya que el manejo de estas embarcaciones es muy sencillo, sobre todo en esta zona del río en el que el agua, por las cercanías del embalse, apenas tiene corriente.

Otra opción es acudir a las empresas que ofrecen paseos a caballo por el Parque. Tampoco hace falta ser un experto jinete, porque siempre iremos acompañados de monitores y se puede practicar previamente en un picadero.

Los que prefieran el motor pueden decantarse por un paseo en quad. En Sepúlveda se ofrecen hasta diez rutas diferentes, siempre en contacto con la naturaleza, y con recorridos que van desde una hora (unos 15 kilómetros) a media jornada (más de 40 kilómetros), con diferentes niveles de dificultad y respetando en todo momento los límites del Parque Natural de las Hoces del río Duratón.

Respecto al senderismo y cicloturismo, hay numerosas sendas para recorrer con distintos grados de dificultad: Senda de la Glorieta, Senda de los dos ríos o de ICONA y Senda larga (del puente de Talcano al puente de Villaseca), entre otras. Además, en el mes de mayo se celebra una carrera MTB.

ETNOGRAFÍA

Fiesta de los Fueros. Una fiesta muy conocida dentro de la Villa de Sepúlveda es la Fiesta de los Fueros, que se celebra el tercer fin de semana del mes de julio para conmemorar el fuero que otorgaron a la Villa el Conde Fernán González y García Fernández (año 970) y que fue confirmado después por Alfonso VI (año 1076) y por Fernando IV (año 1305).

Durante estas fiestas, que recuerdan la época de mayor esplendor de Sepúlveda, se instala un mercado medieval, las calles se llenan de estandartes hechos a mano y muchos de sus vecinos se visten con trajes de época.  Pero lo más espectacular es la iluminación de la Villa con 400 antorchas, que sustituyen el habitual alumbrado eléctrico. Las antorchas se encienden a las diez de la noche, justo después del toque de queda, cuando antiguamente se advertía de que se cerraban las siete puertas de Sepúlveda.

Fiesta del Diablillo. Otra de las celebraciones de Sepúlveda se celebra el 23 de agosto día de San Bartolomé. Es la fiesta del Diablillo, única en toda España: a las diez de la noche se apagan las luces de la Villa y salen mozos disfrazados de diablillos con luces rojas, y reparten escobazos al gentío para recordar que, según la tradición, es la única noche del año en que San Bartolomé deja correr a sus anchas al Diablo. La fiesta del diablillo está declarada Manifestación tradicional de interés cultural provincial.

Fiestas de los Toros. También son conocidas las Fiestas de los Toros, que se celebran el último fin de semana de agosto (de jueves a lunes). En ellas, los vecinos se reúnen en peñas, algunas de las cuales tienen sus locales en las cuevas naturales del subsuelo del casco urbano. Entre distintos actos festivos, destacan las corridas de toros, novilladas, becerradas, encierros urbanos (de los más antiguos de España), charangas y verbenas. Desde 1992 se celebran encierros infantiles en una parte del recorrido del encierro: se trata de carretillas con forma de toro o cabestros, que tras el canto a San Miguel y el aviso por medio de cohetes corren detrás de los mozos más jóvenes. A lo largo de la historia y en la actualidad Sepúlveda tiene una gran tradición taurina, con toreros y novilleros naturales de esta villa.

Virgen de las Pucherillas. También en agosto, el día 15, se celebran en el barrio de San Esteban las fiestas de la Virgen de las Pucherillas. En ella los vecinos participan en una salve tradicional y después reparten una típica limonada con bollos. Y el 5 del mismo mes se hacen las fiestas de los Santos Justo y Pastor.

Virgen de la Peña. El 29 de septiembre tienen lugar las fiestas en honor de la Patrona de Sepúlveda, la Virgen de la Peña, cuyo Santuario está situado sobre uno de los miradores más espectaculares de las Hoces del Duratón. El día grande es el día de San Miguel, y el día anterior los hermanos que ese año sirven a la Virgen cantan una Salve acompañados del resto de sepulvedanos. El día 30 se hacen los remates y el 1 de octubre las comisarias. Destaca la salida de la bandera en los principales días, y el domingo anterior y el primer jueves de la novena que se hace antes, avisando de que estas fiestas están comenzando.

Procesiones de San Marcos y San Marquillos. En la primavera, el 25 y el 26 de abril, las procesiones de San Marcos y San Marquillos recorren las calles del barrio de Santa Cruz.

Misa de Minerva (tercer domingo de mes) en la Iglesia de El Salvador. Tras la eucaristía, el Santísimo recorre el pórtico de la Iglesia bajo palio en una procesión al son de los redobles del tambor.

Santa Águeda: la Hermandad de Santa Águeda y la Asociación de Mujeres «Virgen de las Pucherillas» organizan distintos actos festivos en torno al día 5 de febrero, entre los que destacan misa, procesión y cenas.

Carnavales: En Sepúlveda es muy tradicional festejar el martes de carnaval, con bailes y concursos de disfraces.

Cabe señalar que Sepúlveda pertenece a la Asociación Los Pueblos más bonitos de España.

Destaca en Sepúlveda el gran número de restaurantes o también llamados “Figones”, con gran variedad de platos típicos, entre los que destaca el Cordero lechal asado en horno de leña.

En Semana Santa, el domingo de ramos, jueves santo, viernes santo y domingo de resurrección se suceden distintas procesiones por las calles de la villa portadas por distintas cofradías.

En el mes de abril se celebra la Feria del Vino y del Queso Segoviano.

En los meses de mayo y junio se celebra el Certamen de teatro aficionado “Siete Llaves de Sepúlveda”, con numerosas representaciones teatrales. También en navidad se organiza una obra teatral benéfica y se pueden realizar por el casco antiguo visitas teatralizadas.

El tercer fin de semana de noviembre se celebran las Jornadas de Tapas Micológicas “Tierras de Sepúlveda”.

Cabe señalar que Sepúlveda pertenece a la Red de Cooperación de las Rutas Europeas del Emperador Carlos V.