PATRIMONIO

Hoy Torrecilla es una pequeña aldea que apenas supera la decena de vecinos y que durante el invierno queda prácticamente deshabitado.

El edificio más singular de Torrecilla es la ermita de San Bartolomé, un templo de una sola nave construido en mampostería sobre una planta rectangular. A los pies del edificio se levanta un muro rematado por una espadaña con dos arcos, para las campanas. Se accede a través de una puerta con un arco de medio punto.

En el interior de la ermita, un sencillo arco triunfal de sillería divide la nave y el presbiterio, que se cubre con una bóveda de lunetos. También se pueden ver dos sencillos retablos barrocos, en los que se custodian las imágenes de la Inmaculada Concepción y de San Bartolomé.

Además, en Torrecilla se pueden contemplar otras obras de interés etnográfico, como un palomar tradicional y un caño realizado en 1932 con la famosa piedra rosada de Sepúlveda y una antigua Fragua restaurada convertida en un merendero.

MEDIO AMBIENTE

Torrecilla es uno de los cuatro barrios que componen el término municipal de Condado de Castilnovo. Se encuentra dentro de la campiña (cereales, girasoles, etc…), cerca del borde del Macizo de Sepúlveda y por su término municipal pasa el Rio Caslilla, con su bosque de ribera.

ETNOGRAFÍA

Fiestas:

Pero además, cada una de las poblaciones que forman el municipio tiene sus propias fiestas. En Torrecilla se celebran el tercer domingo de agosto próximo al 24 de agosto, en honor de San Bartolomé.